Este año el ambiente en el puerto de Vigo ha sido insuperable convirtiéndose en la capital indiscutible del deporte urbano. La organización del evento ya venía avisando de que esta edición estaba preparada para ser la más ambiciosa de la historia y no defraudaron. Después de una jornada de viernes marcada por la lluvia, el sol llegó a las Rías Baixas y  las gradas de los principales escenarios se abarrotaron de público llegado desde todos los lugares del mundo que no quería perderse detalle de las clasificatorias de la Copa del Mundo de Skate, el BMX y el espectacular Dirt Jump: el recinto portuario acoge las cerca de veinte disciplinas.

El festival rompe la barrera de los 150.000 visitantes.

Desde primera hora de la mañana incluso transitar de un lado al otro de As Avenidas se volvía tarea complicada. Si ya la jornada del sábado contó con un lleno absoluto, la del domingo se amplió con los cientos de asistentes que rodearon el recorrido del descenso por el Casco Vello o los que esperaban ya en la Estación Marítima su llegada a meta.

Las pruebas de BMX, skate y Dirt Jum volvieron a congregar a un nutrido número de aficionados o simplemente curiosos del deporte. Pero sin duda, una de las grandes sorpresas del festival en cuanto a éxito de público fue el Break Dance. La disciplina situada junto en las inmediaciones de la estatua del Nadador congregó a miles de personas que miraban y aplaudían absortas los descarados e hipnóticos movimientos de los deportistas, quienes al ritmo de la música hacían las delicias de los asistentes.