La primera edición de Gran Hermano, bajo el eslogan “Bienvenidos a la vida en directo” y producida por Zeppelin TV, marcó un antes y un después en la televisión española: La versión española del programa holandés  Big brother, fue el primer programa de telerrealidad en emitirse en el país, y obtuvo en su estreno un 36,5 % de cuota de pantalla convirtiéndose en líder de audiencia en casi todas sus ediciones.

Mercedes Milá fue la presentadora de las galas semanales y Fernando Acaso estuvo al cargo de los resúmenes diarios y la recepción de los concursantes al salir de la casa.

La primera gala se estrenó con un 36,5% de cuota de pantalla y 5,2 millones de espectadores. Fue su gala menos vista. A partir de ese momento, todo fue hacia arriba.
El programa llegó a rozar los 10 millones de espectadores y su final alcanzó un 70,8% de cuota de pantalla.

En la primera edición del concurso, entraron un total de 14 personas a la casa de Gran Hermano. Los participantes de aquel “experimento sociológico” se convirtieron entonces en auténticas estrellas multimedia.

La primera casa fue muy austera y se ubicó en la población madrileña de Soto del Real. En una de sus paredes se colgó la pintura “Las mil y una noches” de Henri Matisse,  y se convirtió en la esencia de la casa española. Además, había 29 cámaras grabando a los concursantes.

SBA Radical Sound se encargó de la grabación del sonido de la casa durante toda la edición del programa. Para ello, su puso a disposición del programa material audiovisual y un equipo técnico de 10 personas para que todo saliera perfecto. Además, Extreme Music puso su profesionalidad en dirección y creación musical de programas de televisión, para generar las músicas de ambiente del programa.